Encontré este relato maravilloso…
Era un campesino pobre, pero sabio, que trabajaba duramente la tierra. Un día se marchó el caballo que le ayudaba en las labores y el hijo clamó: “Padre, qué desgracia”. El campesino, impasible, le contestó: “¿Qué sabemos de lo que es bueno o malo?”. A los pocos días, el caballo regresó y lo hizo acompañado de otro caballo. “Padre, qué suerte”, dijo entonces el hijo, y el campesino repitió su letanía: “¿Qué sabemos de lo que es bueno o malo?”.
Unos días más tarde, el chico quiso montar al caballo nuevo. Este se encabritó y lo arrojó al suelo. Con una pierna rota exclamó: "Padre, qué desgracia", recibiendo la ya conocida respuesta de su padre. El campesino tendría una oportunidad más de utilizar su experiencia y sabiduría en una frase cuando a la siguiente semana pasaron por la aldea los enviados del rey encargados de reclutar jóvenes para ir a la guerra. Fueron a casa del anciano, pero al ver que su hijo tenía la pierna entablillada lo dejaron tranquilo y se largaron. "Ves hijo, ¿qué sabemos de lo que es bueno o malo?", dijo el viejo sabio.
Nada pasa porque sí...
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