Es importante tener pensamientos positivos, pero más importante aún es que dichos pensamientos vayan acompañados de las acciones necesarias. Imaginemos que tenemos un jardín con un potencial tremendo, pero que en estos momentos está algo descuidado. Para solucionarlo, no solo nos basta con crear la línea de pensamientos de que “mi jardín es maravilloso” o “tengo un jardín estupendo”. Solo con el pensamiento no vas a cambiar la realidad. En este caso, además de fomentar los pensamientos de que tu jardín es grandioso que te ayudarán a visualizar el resultado final, es necesario ir podando los árboles, recogiendo las hojas, regando las plantas… No quedarte a medias y que tus acciones vayan acordes con tus pensamientos, que lo que digas, hagas y pienses vaya en la misma dirección, coherencia total…
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