Sé
impecable con tus palabras, un consejo que me dieron hace tiempo, procurar
que lo que salga por mi boca no genere conflicto ni sufrimiento. ¿Acaso valdría
de algo que le dijera a alguien que se va a morir? ¿Le ayudaría decirle que está
gorda? Lo podría pensar, pero para qué decirlo… Además, ¿es cierto? ¿Tengo la
certeza absoluta de lo que estoy diciendo? No seamos jueces, dejemos de jugar a
adivinar y predecir lo que va a pasar, dejemos de etiquetar, quitémonos las
gafas que condicionan nuestra realidad, abramos nuestra visión a un mundo pacífico,
sin pleitos, cambiemos nuestro diablo interno por la inocencia de nuestra
verdadera esencia, ¿tan difícil es? ¿Qué nos lleva a hacer eso?
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