jueves, 24 de abril de 2014

Apego VS Desapego

Hoy quiero hablar del apego porque no es nada beneficioso para los humanos. De hecho, el terapeuta Walter Riso considera el apego como el mayor motivo de sufrimiento de la humanidad y lo define de esta manera: “es un vínculo obsesivo con un objeto, idea o persona que se fundamenta en cuatro creencias falsas: que es permanente, que te va a hacer feliz, que te va a dar seguridad total y que dará sentido a tu vida. Cuando tienes un vínculo de este tipo no estás preparado para la pérdida y no aceptas el desprendimiento”. Este autor llega a considerar el apego como una adicción que corrompe, llegando a perder tu dignidad, respeto y valores más esenciales, incluso llegando a perder tu libertad y tranquilidad, porque una de las características del apego es el miedo a perder aquello que deseas.


En contraposición está el desapego y, en el libro de moda “Sea más feliz que el Dalai Lama”, se recoge una definición del maestro de yoga y escritor Ramiro Calle: “desapego no es negar el deseo, sino no estar atado a este; es poder ser feliz si no consigues lo que deseas. El desapego conduce a la aceptación: no es resignación sino paciencia en acción, es entender que no podemos cambiarlo todo, pero que siempre podemos cambiarnos a nosotros mismos. El apego es necesidad, y esta siempre te aleja de lo que deseas”.

Hecho este planteamiento sólo queda preguntarme si siento apego por algo o alguien. Honestamente, y aunque a veces piense que no, creo que a veces siento apego, así que el primer paso es reconocerlo y aquí estamos para trabajarlo. No necesitamos nada para ser felices, todo está aquí, en nuestro corazón...

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