Como por arte de
magia, la oscuridad se fue apagando y la luz comenzó a brillar, las
hojas de inseguridad se fueron marchitando y el amor empezó a
brotar, ese amor puro que siempre estuvo ahí pero que las capas de
sufrimiento acumulado no lo dejaban salir. Pude sentir el abrazo
con su niña interior, su perdón y su predisposición para
reconciliarse con el pasado, abriéndose un gran espacio para la
comprensión que la llevará a aceptar que las cosas no pudieron ser
de otra manera. Donde antes sólo había desidia y temor por la vida,
ahora hay unas ganas inmensas de vivir, de reír, de ser feliz...
La semilla de la
vida ya está plantada y bien protegida de las inclemencias, pero
dependerá de tí, únicamente de tí, conservar esa semilla para
que la paz siga reinando en tu vida. El abono perfecto será actuar
desde el amor, asegurándote de que tus palabras desprendan amor
hacia todo y todos, y eligiendo siempre la paz en lugar del conflicto
ante todas las situaciones que te presente la vida.
Gracias por haber
aceptado la alternativa al sufrimiento y darte la oportunidad
de ser feliz...
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