Tengo miedo, he de reconocerlo, últimamente tengo más miedo, no sé por qué...¿tal vez porque se acaba el tratamiento y me enfrento a la prueba definitiva?
...o tal vez no son miedos, sino otra cosa, tal vez son nervios. La situación la comparo a mi época de estudiante, cuando estudiaba e iba bien preparado a un examen (no siempre, jeje), pero era inevitable sentir nervios o incertidumbre por saber qué preguntarían en el examen, y aún saliendo del examen y sintiendo que lo habías hecho bien, hasta que no aparecía la nota publicada en el tablón no estabas relajado del todo. Pues en parte me siento así, me siento bien porque he hecho los deberes, he intentado hacer todo lo que estaba a mi alcance para lograr la meta, pero hay que esperar al examen...y al resultado.
De todas formas avanzo, camino, no me detengo o al menos lo intento, no me paraliza lo que estoy sintiendo, ya sean nervios o miedos, intento dar un paso cada día, pues de eso se trata...y un ejercicio que pongo muchas veces en práctica cuando me siento así es ponerme bajo la ducha y sentir que el agua elimina todos mis miedos...
...y si después de la ducha sigue habiendo miedos, los meto en la mochila y camino con ellos, que para eso son míos, pero no van a hacer que me pare...
...y como no hay que pararse, otro fin de semana se avecina y hay que disfrutarlo. De momento, hoy estaré en la taquilla del Teatro de Tías porque actúa la Orquesta Clásica de Lanzarote. Tal vez nos veamos y te desee personalmente un feliz fin de semana, si no es el caso, recibe desde aquí este deseo con todo el cariño del mundo.
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