¿Cómo es posible que después de todo lo que vivimos con alguien no quede nada después de la muerte? No puede ser, me niego a creer que solo seamos materia, me niego a creer que, de alguna forma, las personas no sigamos unidas de algún modo...
Eso leí, en el momento oportuno... ¿Y si pudiéramos recibir mensajes del más allá que te hagan cuestionar tus creencias más escépticas?
Mi tía, mi prima, mi hermana y un servidor, éramos solamente cuatro, pero suficientes para hacer una especie de experimento que se me ocurrió sobre la marcha... Agarrados de la mano y moviéndonos en círculo, empezamos a decir ¡TODO VA A SALIR BIEN! Al principio tímidamente, después un poquito más alto y al final terminamos saltando, pero como a mi tía le empezaron a doler las tetas, paramos... No obstante, al acabar, que solo fueron unos segundos, me quedé con una conclusión: ¡esto funciona! ¿Y si lo volvemos a repetir a gran escala?, ¿y si se sumara más gente y repitiéramos masivamente dicho mantra para generar buena vibra y despejar la mente? Es como si hubiéramos invocado una energía universal que nos llevó a conectar con el momento presente... ¡Todo va a salir bien! Y la próxima vez, que mi tía se ponga un buen sujetador para que nada ni nadie nos haga parar hasta quedar extasiados de vitalidad...
Y ayer, en medio de una conversación, salió una pregunta que me encantó: de todas las personas que tienes a tu alrededor, ¿cuántas de verdad te cuidan?
Cuestiones que te invitan a reflexionar...
¿Pues no tuve yo una charla con la diosa Sekhmet sin conocerla de nada? Bueno, más bien fue un susurro y me dijo: ¡VIVEEEE! Y entonces la busqué por Internet y resulta que Hathor, la diosa del amor y de la música, cuando se enfada se transforma en una diosa leona fiera y sanguinaria llamada Sekhmet, la poderosa, la que atrae las plagas, la que utiliza la destructora ira para proteger al faraón y a Egipto, pero Sekhmet también recibe el título de Señora de la Vida, y como tal puede sanar las enfermedades que ella misma ha causado con su furia… Curación, vida, sanación, palabras que me siguen acompañando y eso me entusiasma… Una caminata por la costa dio para hacer ejercicio y muchas risas, así que desde este mismo momento me declaro fan total de esta diosa y me uno al team de mi amiga, ¿quién osa tocarla? ¡Ni se te ocurra darle la vuelta! Esta diosa, la de la sanación, es sagrada…
Nunca pensé que ese día, en esa conversación y estando con quien estaba, me pudiera emocionar tanto... Por fin, una niña de 24 años, decidiendo salir de la burbuja... "¡Quiero vivir!", me expresaba con su gestos, con su cuerpo, con su mirada, y sentía que de verdad lo sentía, cual corazones conectados vibrando en una misma sintonía... Y qué maravilloso e inspirador es escuchar a alguien que decide trascender sus miedos, avanzar, superar los obstáculos, no quedarse estancada... Qué maravilloso e inspirador es escuchar a alguien decir que ahora sí está preparada, que a pesar de sus miedos tiene curiosidad por descubrir y probar nuevas cosas que le ayuden a ser más autónoma y menos limitada... No dejarse morir y ser un mero espectador de una muerte anunciada, sino decidir ser protagonista y vivir con todas tus ganas...
Y el capítulo se me quedó corto, me dieron ganas de seguir escuchándola...
Si los problemas aparecen en nuestra mente es porque se generan desde nuestra mente, así que no se podrán resolver estando en la mente... Es mejor tomar distancia y sentarnos en la butaca del corazón para verlo desde otras perspectivas y encontrar la solución... Resolviéndolos desde el corazón, se disolverán en nuestra mente...
Ver todo con los ojos del amor, preguntarme cómo actuaría el amor en cada situación...
No dejar lugar al miedo, siempre tomar consciencia desde el amor...
