miércoles, 4 de diciembre de 2019

Me encontré con Fred...


Sí, son personas normales, de carne y hueso, pero son personas que inspiran… y detrás de una campeona continental, mundial y olímpica hay un gran entrenador que sabe motivar a su pupila, un binomio perfecto… Entonces me encontré con Fred y me atreví a romper la vergüenza para hablar con él, tan cercano, tan natural como la vida misma, esa vida que ayer me otorgó un gran regalo y me invitó a sacar la dicha de un adolescente emocionado por compartir el mismo espacio con unos referentes y estrellas de la natación mundial como Mireia Belmonte y Fred Vergnoux, dos de mis ídolos desde que, en cierta manera, volví a nacer… ¡Tengo 38 años, no 12, compórtate como un adulto!, me decía la mente intentando reprimir al niño interno que gritaba eufórico y lleno de energía, pero la gratitud era tanta que no podía parar de saltar de alegría al haber cumplido el sueño de estar tan cerca de ellos, pura inspiración que tanto motivan y te recuerdan que la vida es una auténtica maravilla…



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