Un
piano consta de muchas teclas, blancas y negras, y para
que una melodía suene armónica
es
necesario tocar todas las teclas. Según
un amigo pianista al que le he consultado, todas las teclas son
importantes porque ambas son la representación necesaria para
acoplar la fisonomía armonizada del cuerpo humano...
Pues
lo mismo pasa con la vida, un camino compuesto de teclas blancas y
negras, y para seguir avanzando debemos pasar por cada una de ellas
sin saltarnos ninguna. Para no sufrir, no debemos hacernos adictos a
las blancas, porque las negras, tarde o temprano, llegarán, y
tampoco debemos considerar las negras como problemas, porque lo que
realmente consideramos problemas son retos u oportunidades que nos
presenta la vida para sacar nuestra mejor versión. Acepta
todas las teclas de tu vida,
tanto las blancas como las negras, porque ambas un aprendizaje vital
te aportarán...
Y
para demostrar que todas las teclas son imprescindibles, he aquí una
de mis melodías favoritas, vida y muerte de Michael Giacchino...
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