Queridos Reyes Magos...

...este año me apetece un montón escribirles una carta y creer verdaderamente en ustedes; no sé cómo lo harán, pero yo quiero pensar que recibiré lo que voy a pedirles a continuación. Quiero tres cosas, no sé si serán demasiadas, así que ustedes ya decidirán si me lo conceden o no, que supongo dependerá de si me he portado bien o mal...

La primera cosa es...disfrutar de un día en la playa. Me gustaría muchísimo hacer la mochila, meter un bocadillo, algo de beber, protector solar y una toalla, una toalla gigantesca que pueda extender sobre arena blanca y yo me pueda tumbar boca arriba para recibir y sentir los rayos del sol sobre mi piel, sobre mi cuerpo...y acercarme lentamente a la orilla mientras aspiro el aroma del mar...y pasear, pasear por esa orilla con los pies bajo el agua, o ponerme parado de cara al mar y sentir como mis pies se entierran sobre la arena.

La segunda cosa es...jugar un partido de pádel con la derecha. Ya sé que he podido jugar con la izquierda y seguiré haciéndolo mientras pueda porque la experiencia fue gratificante, pero añoro jugar un partido como lo hacía antes, aunque sólo fuera uno, con todo mi cuerpo disponible...sintiendo la emoción del juego y la tensión de la competición...y disfrutar de las victorias y aprender de las derrotas...para seguir mejorando cada día.

 

La tercera cosa es...seguir estando rodeado de la gente que me hace feliz, seguir estando rodeado de todas esas personas buenas que me ayudan a seguir adelante. Ayer, el que una amiga me dijera que para su cumpleaños, que es el 8 de enero, sólo le pide que yo esté curado...no tiene precio.

Si recibo lo que he pedido, es que habré llegado a mi meta, mi sanación, que es realmente mi deseo absoluto; me habrán concedido una segunda oportunidad plena para disfrutar de esta vida y ese sí que será el mayor y mejor de mis regalos.