lunes, 19 de noviembre de 2012

¿Familia o amistad?

El sábado fui a Fuerteventura y, de casualidad, asistí al acto del 25 aniversario de la primeras graduadas en Trabajo Social de la Universidad de Las Palmas. Digo primeras porque todas eran chicas, entre ellas Antonia Artiles, amiga de la familia. La historia de la unión de nuestras familias resulta un tanto curiosa. Al parecer, mi abuelo materno y su tío, Pedro Guerra, hicieron juntos el servicio militar, se hicieron muy amigos, pero después el destino los separó; mi abuelo era de Lanzarote y su amigo de Gran Canaria, pero al cabo de los años se volvieron a encontrar y esa amistad se reavivó y creció con las demás generaciones, pues yo los consideraba a Pedro y a su mujer María Antonia, aunque nosotros la llamábamos cariñosamente Mariquita Antonia, como mis abuelos. Pero el vínculo no sólo fue con ellos, sino con toda la familia de Mariquita Antonia. Así también conocimos a su hermana Ana y a todos sus hijos, entre ellos las gemelas Antonia y Carmen Artiles, con las cuales hoy tenemos más relación que con los propios nietos de Pedro y Mariquita. El vínculo que nos une a ellas es tan grande y de tantos años, que a veces no sé cómo definir nuestra relación, si de amistad o familiar.



Y después de todo este rollo que casi parece un árbol genealógico, continúo con lo del viaje a Fuerteventura y la celebración del evento de las Graduadas en Trabajo Social. Rindieron homenaje a una de las compañeras, recientemente fallecida por la enfermedad de moda, como diría un amigo mío, y el vídeo que prepararon con fotos de la ausente traspasó la pantalla porque su sonrisa era espectacular; daba la impresión de que siempre estaba sonriendo, a menos que sólo escogieran las fotografías en las que mostraba su sonrisa, que no lo creo, así que me tocó el alma y los pelos se me pusieron de punta, quizás porque la gente también me identifica de esa manera, que estoy siempre sonriendo, así que me pregunté si yo también correría la misma suerte. En fin...espero que no. Y para rematar el acto, suben al escenario los miembros de la Asociación de Fuerteventura contra el cáncer...así que si yo quería desconectar este fin de semana...me acabé metiendo en la boca del lobo, como se suele decir, jeje, pero no fue el caso. El acto estuvo sencillo y bonito y, lo más importante, pude felicitar en persona a mi gran amiga...(o familia, o lo que sea)...Antonia.

Y bueno, además del viaje a Fuerteventura el sábado, el fin de semana ha transcurrido muy tranquilo y relajado, haciendo cosas atípicas, quizás porque no estaban a mi lado las personas que suelen estar y uno se siente, cómo te diría, como un pájaro sin nido, pero ha sido un buen fin de semana.

Y hoy es lunes, también toca trabajar...y disfrutar.

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