domingo, 30 de junio de 2024

No hay nada que temer

Y lo que simplemente fue un salir a correr se convirtió en un encuentro inesperado y la vida hablándome a través de otros: descansa, no hay nada que temer... Y para rematar, otro señor invitándonos a un café con un afectuoso sean felices... Y así, sin más, me despedí del Puerto de la Cruz, con la tranquilidad de que no hay nada que temer...





miércoles, 26 de junio de 2024

La mejor respuesta

Y tras las hogueras de San Juan y el fuego purificador, quiero recordarme que la mayoría de las veces, la mejor respuesta es ninguna, así como la mejor venganza es no ser como los que te atacan... 




lunes, 17 de junio de 2024

Qué emoción tan grande...

Sentir debilidad, que no vas a tener la suficiente gasolina como para llegar hasta el final, observar tu vulnerabilidad, verte reducido a cenizas cuando en otros tiempos fuiste pura dinamita, tener ganas de rendirme, abandonar... Pero aún así, llegué a la meta y qué emoción tan grande cuando llegas a la meta... Hacer frente a la adversidad, vital...






sábado, 15 de junio de 2024

El que ha visto su propia sangre

Y esta frase me viene como anillo al dedo, después de haber visto correr la sangre por mi dedo: El único luchador que empieza la pelea con confianza es el que ha visto su propia sangre, el que ha sentido en sus dientes el puño del contrincante, el que ha sido tirado y golpeado, de cuerpo pero no de espíritu, el que tantas veces como se cae se vuelve a levantar, más desafiante que nunca.




miércoles, 5 de junio de 2024

Primero la incomodidad...

Y para estar cómodos, primero la incomodidad… Y si no, que se lo digan a la flor de loto, que para ver la luz y florecer en libertad, primero deberá trascender por un terreno fangoso, o la mariposa, que antes tendrá que pasar por la crisálida… Lleva tiempo, pero todo llega... Para que llegue lo nuevo, primero desprendernos de lo viejo...





Ese fue mi desayuno

Y cuando el avión comenzó a coger velocidad para despegar, cerré los ojos y empecé a perdonar... Ese fue mi desayuno, perdonar, liberarme de juicios y reconciliarme conmigo mismo... Te perdono, me perdono... El perdón sigue siendo uno de mis hábitos imprescindibles para estar en paz...