Agradece, ese es el antídoto perfecto, si hoy despiertas agradece que estás vivo, un nuevo día comienza... Y también pregúntate si estás viviendo la vida que deseas... Quizás, ese miedo a morir es solo un indicativo de que no estás viviendo, al menos no como te gustaría... Por eso, si hoy despiertas, agradece que estás vivo y enfócate en lo que anhelas... Algún día morirás, pero a saber cuándo sucederá... Mientras, con total aceptación y alegría con nuevos ojos comienzo este día...
Y me reí con el apelativo que pone una amiga a las personas que no le transmiten buena vibra: gente marrón. Y es verdad, no todas las personas nos transmiten buen rollo, lo que me llevó a plantear la siguiente pregunta: ¿marrón se nace o marrón se hace? Definitivamente, marrón se hace, esa es mi conclusión: nacemos blancos, independientemente de nuestro color de piel, con luz propia, tanta, que podríamos iluminar el camino de muchísimas personas y contribuir a un mundo mejor, lo que pasa es que mientras caminamos a veces nos despistamos y entramos en guerras, comparaciones y separatismos innecesarios y, por consiguiente, nos vamos embarrando, ocultando así nuestro brillo interior...
.jpg)
Pero quiero confiar en que ese brillo nunca desaparece, está ahí, oculto entre el miedo y las sombras, hay esperanza para volver a conectarnos... La esperanza es lo último que se pierde...
Y cuando sientes que el mundo gira y gira tan deprisa y te ves sometido a un estrés máximo, tienes la opción de frenar, de ralentizar el ritmo, incluso parar por completo para recuperar tu centro... En tus manos está no dejarte absorber por lo urgente que aparentan ser las cosas y permitir que lo verdaderamente importante sea tu prioridad...
Y el aprendizaje de hoy está siendo aceptar que merezco todo, que me tengo que dejar regalar, que si quiero dar tanto también debo estar preparado a recibir todo lo que deseen darme...
Y solo si hacemos frente a nuestros miedos y traspasamos la frontera de nuestra comodidad, seremos capaces de atisbar nuestra inmensidad... Feliz cumple, feliz vida, querido Ibán...
Aprender a caer, porque sí, nos caeremos muchas veces a lo largo de nuestra vida, la vida puede ser una larga caída, es por eso la importancia de saber caer, porque el saber caer lleva implícito la aceptación de cada caída y aprender a levantarse, sobreponerse y fortalecerse con cada tropiezo que nos ocurra en la vida... El saber caer nos dará más sabiduría y resiliencia con cada caída...
Y me encantó empezar el mes de mayo conversando con mi madre para recordar la importancia de expresar y mantener la coherencia: que lo que pienses, sientas, digas y hagas vaya en la misma dirección... ¿Y si en esa simpleza encontráramos la respuesta a la pregunta de por qué enfermamos? La incoherencia, terreno fértil para plantar la cualquier enfermedad...
