Aunque un pelín más domado, pero sigo siendo un caballo desbocado... Energía arrolladora, fuerza indómita, un día salí del corral y ya no quiero volver al redil... Saciar mi hambre y zamparme la vida a bocados, bebérmela a tragos... Aceptar mi esencia, me costó mucho enamorarme de ella, reconocer quién soy y a la vez contener mis emociones, que no es lo mismo que reprimir... Actuar desde la calma, empatizar con el entorno y equilibrar la balanza...
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