viernes, 30 de diciembre de 2022

No puedo acabar el año sin dar las gracias

Salir del barbecho, volver a coger un avión tras meses de pandemia para compartir nuevamente mi experiencia… México me abrió las puertas a principios de año y aún siguen presentes en mi corazón las personas que amorosamente me abrieron sus casas para brindar con ellas por la vida que cada día nos emborracha…

Así empezó el 2022 y termina justo al contrario, decidiendo no viajar y quedándome en casa. Después de por lo menos 13 años ―casi que he perdido la cuenta― en los que viajaba a algún país en fin de año, he decidido quedarme en casa y me siento como un turista en mi propia isla, sorprendido por todo lo que acontecerá aquí y lo único que debo hacer será dejarme llevar… 2022, el año en el que tanto la muerte como los milagros han estado presentes, experiencias únicas que me hacen ver todo de forma natural… Y no puedo acabar el año sin dar las gracias, a mi padre, por todo lo que aprendí de él y la sorpresa de parecerme tanto a él, a mi familia, a mis amigos, que valen oro según mi familia, a todos por los que me siento arropado, y a la vida, porque sigo con vida, y porque hace tiempo fui consciente de que si yo seguía con vida también tendría que hacer frente a las despedidas…




Y si la vida quiere, me calzaré unas zapatillas nuevas para continuar escribiendo mi historia en este nuevo año que pronto llegará… 

domingo, 18 de diciembre de 2022

La muerte es una escena más de ese teatro

La vida siempre nos está dando mensajes... Acompañar a mi padre más en profundidad durante sus últimos meses, me hizo darme cuenta de que había sacado de él esa parte artística o teatral que corre por mis venas, por decirlo de alguna manera, llevándome una gran y grata sorpresa... ¿Y qué sucedió el día de su misa funeral? Que justo al lado de la iglesia está el teatro y había un montón de gente en cola esperando para entrar al recinto y ver, probablemente, alguna obra de teatro...  Dos experiencias totalmente distintas, muerte y vida, que se fundieron de forma equilibrada, recordándome que la vida es un teatro y que la muerte es una escena más de ese teatro. Mi padre, haciéndome un guiño desde arriba, lo que me hizo sacar una gran sonrisa...




jueves, 15 de diciembre de 2022

El guardián del dolor

El guardián del dolor, así me hice llamar, pues aunque dicen que el dolor es inevitable nos referimos al emocional, porque el dolor físico sí que se puede evitar… Esa fue mi labor, y aunque a veces pensé que fallaba o que algo no debía estar haciendo bien ya que el dolor persistía, más pronto que tarde me reconciliaba con la idea de que estaba haciendo lo máximo que podía, estar pendiente de él y mimarlo hasta el último de sus días… Y por fin, en una noche mágica en la que cándidas almas se unieron con un único propósito, mi padre dejó de sufrir. Un ser tan maravilloso como él no se merecía un final doloroso, sino un final feliz… 




miércoles, 7 de diciembre de 2022

La vida no consiste en durar sino en disfrutar

Hacer fácil lo difícil, porque como decía mi amiga Ángela, lo verdaderamente complicado es comprender que todo es sencillo, más sencillo de lo que creemos… Y si una bebida ligeramente gaseosa y refrescante puede generar un momento de éxtasis y placer, busco esa bebida donde haga falta porque felicidad es eso, disfrutar de las pequeñas cosas a la par que estar en paz… La vida no consiste en durar sino en disfrutar, y mientras se puedan dar esos momentos, esta merece ser vivida y mi corazón se hincha de alegría…




domingo, 4 de diciembre de 2022

Hasta que todo cobra sentido...

Antes era distinto porque antes, a lo máximo que podía aspirar, era a notarme raro e incomodarme en el epicentro de mi rareza sin adivinar el nombre de lo que sentía, pero ahora es distinto, ahora es más fácil, no me resisto, empiezo a tirar del hilo hasta saber por qué viene, para qué viene y sin esfuerzo indago en el sentido hasta que todo cobra sentido... La respiro, agradezco y siento... Y entre los acordes de un musical la acogí entre mis brazos y di la bienvenida a la tristeza, que abrigó mi piel para aportar la dosis de calor que en ese momento necesitaba mi alma...