Ni se cuántas veces me caí, pero me volví a levantar... Solo tropieza el que camina y también hay lugar para el error, bendito error, eso es lo que canta Rozalén en una de sus estrofas de su tren, ese tren que te invita a coger porque tal vez nunca vuelva a pasar... Ni sé cuántas veces me caí, pero me volví a levantar...
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