Me pusieron el casco, me ataron la cuerda al arnés de seguridad, crucé la barandilla del puente, me coloqué en posición vertical, solté un grito para liberar la tensión, respiré profundamente y cuando me avisaron con la cuenta atrás me lancé al vacío, así de literal. Valiente, me dijeron. ¡Qué va! No soy valiente por tirarme de un puente ni muchísimo menos. Valiente es otra cosa, valiente es tener las agallas de salir de tu zona cómoda para ir ampliando tu zona cómoda, valiente es mirar hacia adentro para observar si estás viviendo la vida que quieres, detectar tus incoherencias y tener el valor de hacer cambios, valiente es expresar aquello que sientes sin vulnerar tus derechos ni hacer daño a los demás, eso sí es ser valiente...
¡Estás como una cabra!, dijo mi madre. Ahí sí le doy la razón, me gusta ese punto de locura de hacer cosas nuevas que me llenen de motivación...
Felicidades campeón, un buen reto.
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