Risas sin sentido, de esas que te dejan sin aliento y sanan el alma, risas incomprendidas, de esas que generan confusión y malos entendidos. El principio del fin, el fin de lo que fue o el principio de un nuevo renacer, vete tú a saber… Y si me preguntan dónde pasé los momentos más intensos de este fin de semana la respuesta es bien clara: en una azotea, con espejos que me iluminan y las emociones a flor de piel. ¿Qué necesito aprender?
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