Te hace sorda, no escuchas, te aísla por completo, maldices tu suerte y
escupes el veneno, pero hay tanto que te contamina y te ahoga en la piscina de
tu amargura... Te ciega, tu mirada permanece a oscuras, incapaz de ver al que
te lanza un salvavidas. Te abrasas por el fuego que te corroe por dentro… Obcecada
razón que busca culpables a tu sufrimiento y te aleja del sentir de la vida que
aún late en tu fuero interno… Así es la ira, que te aniquila…
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