A pesar de estar abrigado y protegido por el paraguas, me siento desnudo
y la lluvia limpia mi alma… Recuerdo a las personas que compartieron conmigo y
ya no están, la muerte o el fluir de la vida las han alejado de mi vista. Algunas
me son indiferentes, otras me duelen, el dolor se hace tristeza y la tristeza
no la quiero ocultar, la quiero abrir, acunar entre mis brazos ese duelo por
las pérdidas hasta conectar con el agradecimiento por haber coincidido con ellas,
aunque solo fueran unos minutos… Y los días de lluvia también me
conectan con la alegría, el niño ve sus zapatos mojados y quiere saltar sobre
los charcos o cantar. Y canté dando las gracias por estar vivo…
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