Cuando tienes muchas ganas de hacer algo, pero el cuerpo no te responde; cuando insistes en volver a intentarlo porque te apetece un montón, pero el cuerpo te vuelve a decir que no… En esos casos soy de parar, no quiero forzar, debo cuidar mi templo… Entonces me hago la pregunta: ¿qué me está queriendo decir la vida? Si siempre digo que la vida me quiere y me protege, por algo será que no quiere que vaya por la izquierda sino por la derecha… ¿Y si esta tiene preparado un nuevo plan para mí? Toca parar, confiar, afinar bien los oídos para escuchar y descubrir un nuevo camino que, aunque no sea lo que mi ego quiera, tal vez es lo que me convenga…
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