La Liga del Plátano de Canarias

Un año haciendo medias maratones por toda España... En Sevilla, allá por el mes de enero, pasé mucho frío, pero aun con las manos congeladas me lancé a correr con la idea de que cuanto más pronto llegara, más pronto podría abrigarme… Hice un buen tiempo, el mejor hasta ese momento, pero tres semanas después llegó Barcelona, mi segunda casa, e hice mi mejor marca con la emoción a flor de piel al acordarme, cómo no, de mi querida Ángela… Dos meses después visité la capital, Madrid, y el rock and roll llenó de buen ambiente las calles hasta acabar mi tercera carrera, aunque fue de las más duras, hasta que llegó Valencia, hace tres semanas, y lo celebré saboreando una típica paella valenciana, de esas que son auténticas, hechas con el calor de la amistad… Y con Behobia, que la hice hace una semana, culminé el circuito de medias maratones de la Liga del Plátano de Canarias… Y no lo quiero anunciar hasta que no sea oficial, pero igual he conseguido algo que soñé, pero que jamás imaginé que se hiciese real…

Sé que no todo el mundo conecta con correr, pero yo sí y soy feliz con la vida que me regala cada zancada...

Mi reto deportivo del año

Y siguiendo con el entusiasmo, que lo podría definir como la gasolina que necesitamos para levantarnos de la cama con ganas de vivir la vida, a mí me sigue ayudando hacer cosas nuevas por primera vez y algo que me ha generado y me sigue generando muchísimo entusiasmo es mi reto deportivo del año… Este domingo lograré el objetivo con la última carrera y mi corazón ya comienza a palpitar por los nervios, emoción y adrenalina que me ha hecho transformar los “no puedo” en “sí puedo”, claro que puedo, al menos lo intento… Y me está divirtiendo lo que estoy haciendo, lo que se traduce en entusiasmo…

Entusiasmo

Y cuando alguien me confiesa que ha comenzado a leer mi primer libro para ver si le ayuda a vivir con tanto entusiasmo como lo hago yo, me pregunto a mí mismo si sigo viviendo la vida con entusiasmo… Y sonrío al conocer la respuesta, una afirmación rotunda que me dice que sí, que vivo de ganas por vivir, que me encanta vivir, que la vida son subidas y bajadas pero saboreo cada instante que es vivir, porque una vida sin entusiasmo es como un barco a la deriva, sin rumbo, sin pasión, en definitiva, sin vida… Y la vida sin vida, no tiene sentido…

Un jardinero fiel

Nos unió, nos une… ¿nos seguirá uniendo? No hay que dar nada por hecho, las relaciones deben regarse, cuidarse, mimarse… y yo quiero seguir siendo un jardinero fiel… Tres corazones que siguen latiendo al unísono, una amistad que va más allá de la vida y la muerte, que se alimenta de recuerdos y de sueños.. Honro y agradezco cada momento vivido porque ellas fueron y siguen siendo partícipes de la nueva versión que tengo…