Remar a favor y no dejarnos convencer por el terrorista mental que constantemente nos está diciendo "no puedo". Eso es lo que debemos hacer para no ahogarnos en un vaso de agua... Lo primero, tener paciencia, porque a veces le imprimimos prisa al asunto y queremos resolver ya lo que necesita un periodo de adaptación y aprendizaje; lo segundo, respirar y observar lo que nos está pasando desde la distancia, no hacer caso de esos pensamientos tan densos que nos abocan a la desesperación y sufrimiento; lo tercero, buscar recursos para afrontar nuestras debilidades y hacernos más fuertes... Orgulloso de ti, menuda experiencia de crecimiento personal te espera por delante...
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