De Murcia no sólo me traje el estómago lleno de comer cosas riquísimas,
como los crespines o las verduras al horno, receta que anoté para intentar
reproducirla en casa, aunque ya me han dicho que será muy difícil sin las verduras
de la huerta murciana. También me traje de una revista el artículo “Las 12
etapas de la curación” que por aquí quiero compartir:
1. Aceptar el diagnóstico: no hay que rechazar el pronóstico dado por los
médicos, sino aceptar que realmente existe una enfermedad o problema.
2. Replantear el problema
que ha surgido (enfermedad, accidente, etc.): aprender a ver ese hecho trágico como un regalo.
3. Asumir la responsabilidad: aceptar que cada uno es responsable del origen del
problema, incluso si se trata de una enfermedad.
4. Convertirse en la persona
más importante: aprender a
cuidarse y a pensar en uno mismo, antes que en los demás.
5. Buscar un objetivo
irresistible: algo que
siempre había deseado, pero que nunca antes había intentado conseguir.
6. Entender el mensaje: preguntarse qué es lo que le quiere decir su
propio cuerpo, siendo la enfermedad el mensaje.
7. Limpiar el pasado: olvidar el anterior sistema de creencias y los
problemas que este ha podido dejar en su pasado.
8. Perdonar: aprender a perdonar “un poco más”, tanto a los
demás como a uno mismo.
9. Dejar ir: olvidar lo aprendido hasta ahora y aprender a ver
las cosas de un modo distinto.
10. Desarrollar
referencias internas: desear más
las cosas, especialmente las que afectan a uno mismo.
11. Conexión
espiritual: ver la
curación como una metáfora de la conexión entre el cuerpo y la mente.
12. Vivir
la vida: incluir tanto
los éxitos como los fracasos en ese disfrute de la vida.
Pues eso, a disfrutar viviendo la vida…