Como un niño que busca la mano de la vida, hoy solo quiero decir CONFÍO…
Haz conmigo lo que quieras, pues en ti confío… Un aprendiz que quiere
seguir descubriendo lo que le separa de la total libertad, pues a ella aspiro…
viernes, 30 de junio de 2017
miércoles, 28 de junio de 2017
Mi "vocecita"
En el techo hay unas cuantas ventanas, así que cuando nado de espaldas
puedo ver el cielo y las nubes pasar, recordando así el símil que hacemos en
meditación: el cielo representa la mente y las nubes son los pensamientos que
van y vienen, por lo que simplemente hay que observarlas y dejarlas pasar, sin
pelearte con ellas. Ayer no había nubes, estaba el cielo totalmente blanco,
pues no se veía nada. Entonces me dije: «Hoy no hay nubes, así que no hay
pensamientos». Hasta que caí en la cuenta de que la “vocecita” esa que
me indicaba que no había pensamientos ya era en sí misma un pensamiento. Si no
hubiera pensamientos, se daría el silencio. Pero es tan mona esa “vocecita”
que casi siempre me acompaña, que la abrazo y cobijo mientras sigo nadando. Y
ahora que estoy escribiendo, la “vocecita” me está recordando que si el
cielo estaba totalmente blanco es porque había demasiados pensamientos, pues en
caso contrario predominaría el color azul del cielo. Es que mi “vocecita”
o “my little voice”, como estoy llamándola desde el domingo que regresé de Gran
Canaria, es la caña, siempre interpretando. Pero la amo…
martes, 27 de junio de 2017
¿Y si los árboles hablaran?
Me desvelé y empecé a ver la película E.T.,
el extratrrestre y entonces nada me pareció tan imposible. ¿Por qué no? ¿Y
si apareciera un extraterrestre que hable? ¿Y si se le iluminara el corazón
cada vez que siente? ¿Y si pudiera hacer que las bicicletas vuelen?
No me creo nada pero no descarto nada. ¿Y si los árboles hablaran?
Tal vez no se expresen con palabras, pero si le preguntas a uno de ellos lo que
debes hacer y nada más terminar de abrazarlo abres los ojos y ves una sonrisa
junto a su tronco, ¿no será que te está invitando a sonreír? Alguien había
olvidado lo que era sonreír porque estaba distraído con el drama, pero el árbol
se lo recordaba…
lunes, 26 de junio de 2017
Bailé con la vida...
Lo falso cae rendido en el suelo y lo auténtico empieza a brotar desde
dentro; lo que creo que soy desaparece y aquello que realmente soy comienza a
jugar con mi cuerpo; el velo que ocultaba la belleza y me impedía ver más allá se
deshace por el vaivén de los movimientos y la oscuridad deja paso a la luz que
brilla con intensidad; la vida toma el timón de mi corazón y me empieza a
llevar por donde me quiera llevar. Bailé con la vida…
viernes, 23 de junio de 2017
La tarta de la abuela
Mientras escribo el título de la entrada me pregunto por qué le han
puesto ese nombre, porque mis abuelas, que yo recuerde, nunca la hicieron. El
caso es que esta tarta me enamora, sobre todo cuando la tomo en un lugar que,
según palabras de alguien que no quiero nombrar porque se sonroja: «es un sitio
donde van cuatro locos como tú, dejan entrar a los perros y comen no sé qué…»
Pues uno de esos “no sé qué” es la tarta de la abuela. Y como estoy
acostumbrado a pedir el menú sin saber lo que hay, para sorprenderme con lo que
llegue a la mesa, cuando veo el postre empiezo a salivar y me lo como en un
“plis plas”, o como se diga. Cierro los ojos y con cada cucharada me elevo al
cielo, abro los ojos y me deleito viendo su relleno, que nunca es igual aunque
el resultado final siempre es genial, vuelvo a cerrar los ojos y me imagino
otra vez en el séptimo cielo… y así hasta que se acaba y solo queda limpiar el
plato con la cuchara, incluso a veces confieso que lo he limpiado con la lengua
como si de un niño chico se tratara. Los que me conocen saben que últimamente
evito lo dulce, pero siempre hay una excepción que rompe la regla y esta tarta
lo merece…
Y todo esto para decir lo importante que es no tener expectativas,
porque a veces me ha pasado que he ido con la intención de comer la tarta,
porque solían hacerla los viernes, y me he llevado la gran decepción de la
temporada. Ayer al contrario, un jueves y apareció inesperadamente la sorpresa
de la tarta. Y esta frase me encanta: «Tú no me has hecho nada, me lo he
hecho a mí mismo con mis expectativas».
miércoles, 21 de junio de 2017
Me resisto o me dejo llevar...
Los miraba a través de la ventana y desde la distancia me parecían tan pequeños y ligeros que me daba la sensación de que los podía coger con la mano y dirigir el tráfico. Los coches eran de distintas formas y colores, blancos, rojos, negros y algunos de un color gris metalizado, pero yo era el único que los guiaba, jugando como un niño con los elementos que aparecían en el sueño...
Y después me imaginé en la otra posición, dentro de un vehículo con las manos al volante, creyendo controlar la situación y trazando la ruta planificada, hasta que me hice la pregunta de si realmente era yo el que decidía ir para allá o para acá o era ese niño que jugaba con su mirada a través de la ventana. Pobre iluso el conductor que cree saber a dónde va... Me resisto o me dejo llevar...
Y después me imaginé en la otra posición, dentro de un vehículo con las manos al volante, creyendo controlar la situación y trazando la ruta planificada, hasta que me hice la pregunta de si realmente era yo el que decidía ir para allá o para acá o era ese niño que jugaba con su mirada a través de la ventana. Pobre iluso el conductor que cree saber a dónde va... Me resisto o me dejo llevar...
viernes, 16 de junio de 2017
Si hay moscas hay mierda
A veces el olor es tan nauseabundo que no se puede aguantar y en otras
ocasiones no se percibe tanto, pero lo cierto es que si hay moscas hay
mierda, esa es la realidad. Ahora bien, ¿cómo debemos actuar? Lo que
solemos hacer es eliminar a los insectos con los métodos que sean y coger un
ambientador para disipar el mal olor, pero si las moscas representan el síntoma
y la mierda la causa, ¿por qué en lugar de luchar contra ellas no detectamos el
foco que las atrae y limpiamos la zona? Pues sin mierda a la vista las moscas
se van…
jueves, 15 de junio de 2017
La banda sonora
De películas sí, pero nunca había escuchado que un libro tuviera una banda sonora. Pues el que escribió un tal Ibán sí la tiene y por eso la quiero compartir. Una composición inédita que según palabras textuales de la propia autora, «nació
de mí, sintiéndote a ti»
Además, la tituló "Un canto a la esperanza" y lo que quiere transmitir con la pieza musical es «Un nuevo día que, de repente, se
trunca con la inesperada noticia de un diagnóstico, pero que hay que seguir
adelante a pesar de la adversidad porque siempre queda ese hilo de esperanza.
Hasta que llega el momento de introspección, añadiendo dos elementos nuevos
como son el tambor, que simboliza el sonido del corazón, y los crótalos, que
simbolizan al terapeuta que le dio las pautas necesarias para que la
comprensión y la magia llegaran. Y por último la liberación y sanación, dando
paso a ese estallido final donde brota ese canto a la esperanza».
Tal y como dijo mi amiga Karina, mi deseo se hizo realidad. Pues que así siga sucediendo...
miércoles, 14 de junio de 2017
De la A a la Z
De la A de Andalucía paso a la B de Badajoz y luego a la C de Cáceres, para después refrescarme en la D del Río Duero y seguir recorriendo la E de España hasta atravesar la frontera y llegar a la F de Francia. Paso a paso, eso es lo que me enseñaron. Y mientras disfruto de la cultura francesa, con paso firme atravieso el país y llego a la G de la ciudad belga de Gante. Pero como soy novelero no me detengo y voy hasta la siguiente letra, la H de la ciudad holandesa de Haarlem, muy cerca de Amsterdam. Paso a paso, sin prisas por llegar al final pero sin pausas, tal y como me enseñaron, sin pretender llegar a la J de Japón sin pasar primero por la I de Indonesia. Y así hasta llegar a la Z de Zambia, sin saltarme ninguna letra porque todas son necesarias. A priori decido yo qué lugares visitar, pero ¿realmente está en mis manos? La clave para que suceda la magia está en dejarme llevar y confiar. Confío en cada letra, cada pueblo, cada ciudad...y solo le pido a la vida más habilidades para aprender por el camino y disfrutar de lo que está por llegar...
lunes, 12 de junio de 2017
Ahora sí
«Ahora sí», esa fue la sensación que tuve. El viernes pude
contar la experiencia y transmitir el mensaje sin necesidad de vaciarme, pero sin
perder un ápice de intensidad. Estaba compartiendo la historia de un tal Ibán…
Y desde el avión pude despedirme de esa isla que cada vez que vengo me
enamora más. El cielo estaba tan despejado que se podía ver el Teide y toda la
costa norte de Tenerife. También pude divisar La Orotava
y por unos segundos cerré los ojos para volver a reencontrarme con los amigos
que hacía unas horas había dejado en la caldera celebrando un cumpleaños.
¿Habrían encontrado al cumpleañero? Lo mismo da… Con la sensación de tener
amigos que me animan a hacer locuras. Cuando nos reencontramos se enciende
la mecha del entusiasmo y nos volvemos como niños imaginando lo que está por
llegar. La vida pende de una cuerda y la decisión de hacer o no hacer algo
está en tus manos…
¿Y qué pasa si a uno que se suele comportar como un niño de cinco años,
lo recoge en el aeropuerto una que se suele comportar como una niña de cinco
años? Que la vida puede ser un auténtico musical…
jueves, 8 de junio de 2017
¿Quién es el mensajero?
¿Quién es el
mensajero? Unas veces va
descalzo y en pantalones cortos y otras con vaqueros. A veces lleva un regalo
en su mano y otras le preparan uno tan grande que no puede sostenerlo, pero no
lo pierde de vista porque sabe lo que simboliza. A veces se ríe y otras llora,
o todo a la vez, las emociones se mezclan. Unas veces sentado y otras de pie. Y
cuando está de pie se mueve un montón aunque él no se da ni cuenta,
sorprendiéndose cuando ve las imágenes que se han grabado. En ocasiones va bien
acompañado y en otras entra solo al ruedo, pero no se olvida de nombrar a la
gente que forma parte de la historia. Pero, ¿quién es el mensajero? ¿Es
importante saberlo? ¿Qué más da quién es ese que habla? Un punto al que abrazan
o critican, a partes iguales, pero él simplemente está contando su experiencia
y en eso se centra, en contar su experiencia, sin tirar cohetes ni mentir a la
gente. Su verdad, esa verdad que es fruto de su experiencia. Y aprende, con su
mejor intención aprende y recibe consejos para centrarse en lo que
verdaderamente importa, el mensaje, teniendo muy presente la finalidad de todo
esto. ¿Qué más da si piensa si lo hace bien o mal? ¿Qué más da lo que piensen
los demás si él no es lo que importa? Cae al corazón y se deja llevar… ¿Y si
nos olvidamos del mensajero y nos centramos en el mensaje? El mensaje es lo
verdaderamente importante, que también está siendo criticado y abrazado, pues
no deja indiferente a nadie…
La clave está
en contar su experiencia sin identificarse ya con ella, pues la experiencia
forma parte del pasado. El mensaje es lo que resultó de ella y es lo que se debe perpetuar…
martes, 6 de junio de 2017
Aversitis
Y vuelvo a titular la entrada de hoy con una palabra “rara”, pero es lo
que tiene probar cosas nuevas o descubrir enfermedades que están de moda. La
última tendencia es la “Aversitis” y los que la padecen no dejan de
decir “a ver…”, dejando de hacer cosas porque encuentran la excusa perfecta.
Esos “a ver…” te alejan cada vez más de tus sueños.
Y hoy retomo las actividades deportivas.
Bueno, a ver… No, en serio, hoy vuelvo a natación. El esfuerzo merecerá la
alegría y mi vehículo lo agradecerá…
lunes, 5 de junio de 2017
Aguahara
-Cae al corazón y baila con la vida-, me susurraron al oído. Y me lancé por el trampolín hasta caer al río, empezando a ser arrastrado por una corriente que salía de un lugar desconocido. No sé si era él quien me movía o era ella la que me conducía a la alegría. La primera vez me imaginé en la barriga de mi madre como si de un feto se tratara. El agua representaba el líquido anniótico y yo simplemente me movía dentro de esa cavidad protegido por mi mamá, esa madre naturaleza que me abraza con su vida. Pero la última vez me sentí libre, me dejó ser libre, no sé si él que apenas me guiaba o ella que simplemente observaba. -Él no hace nada, ella es la que sana-, también me dijeron. Risas inundadas de agua, respiraciones profundas y acompasadas, movimientos libres, sentir las caricias del agua, no saber dónde estaba... Bailé con la vida, con el agua. Al fin y al cabo, la vida nació en el agua y la danza era una invitación para volver a nacer, una puerta al renacimiento. Sentí otra vez...
viernes, 2 de junio de 2017
¿Un kamikaze?
Eso fue lo que me dijeron hoy en el trabajo, que parecía un kamikaze porque estaba haciendo cosas a lo loco como si se me fuera a acabar la vida. Y no es la primera vez que lo insinúan...
¿Un kamikaze? Si hay algo que me entusiasma y motiva lo pondré en mi lista de prioridades, sin dejar para mañana lo que pueda hacer hoy, a pesar de los miedos. ¿Habrá vida mañana, incluso dentro de unas horas? No lo sé...
Por eso mi corazón se hincha de alegría cuando quedo con personas que vibran en la misma sintonía. Una "puta cabra", le dediqué ese piropo entre risas, porque también me reconocí en esa cabra loca a la que ahora le costaría estar encerrada en un corral. ¿Siempre quiso coger una moto? Pues alquiló una moto. Un miedo superado, un hacer algo por primera vez, un verme reflejado y celebrando el logro alcanzado. Un encuentro que elevó mi entusiasmo a la máxima potencia. ¿Un kamikaze? Un loco por vivir...
jueves, 1 de junio de 2017
Entre presentación y presentación
Si paseas por las calles de Zaragoza y descubres una frase que te
enamora, qué menos que pararte para contemplarla: «A veces pretendo ser
normal, pero me aburro y vuelvo a ser yo». O la conversación con el taxista
de Madrid que me llevaba a la estación, contándome su historia de superación y
afirmando que «no hay cosas imposibles sino hombres incapaces». También
la frase de Salva, que decía que «quien salva una vida, salva al mundo
entero», lo que en esencia quiere decir que todo acto que haces de forma
desinteresada por el bienestar de una persona, con el fin de salvar su vida, no
es pequeño ni insignificante, sino una obra infinita de humanidad tan valiosa
como salvar al mundo. Esas frases me conectaban con el origen, recordándome mi
propósito y alentándome a seguir…
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