Anoche fueron los Oscars pero yo preferí pasarla con David y otros amigos, porque tal y como intuí, fue un encuentro muy sanador. Abrir nuestros corazones para compartir experiencias tan similares y aportarme muchas claves sobre mis patrones mentales, además de aconsejarme para lo que está por venir, no tiene precio y bien mereció la alegría escucharlo. Lástima que no tuve grabadora porque lo que me dijo no tiene desperdicio, pero nada más llegar a casa cogí una libreta para apuntar todo lo que aún revoloteaba en mi memoria. Notas que merecen su reflexión e integración, pero que me han dejado con el sabor de estar en el buen camino. Seguir conociéndome y sanando, esa es mi única intención y función.
Y me quedo con una frase que hace tiempo creo recordar que compartió David en su muro: "No te estreses intentando conocer a gente. Relájate, a la gente interesante ya se encargará la vida de presentártela". Pues con eso me quedo, sin el Oscar pero con un David, Vicky, Rubén y la "inseparable" Ángela en mi vida. Y ahora, a poner de mi parte para emprender aquello que la vida parece querer que haga...