A mi gemela escritora le ha cautivado mi sobrino. Ella, que es la única
que ha leído el borrador del libro, dice que ha sido un gran descubrimiento y
tiene ganas de conocerlo. En ciertos aspectos me recuerda mucho a mí, a lo que
fui, y me apasiona imaginar el camino que va a recorrer y cómo la vida le hará
ver lo que verdaderamente es importante.
Precisamente ayer me escribió un mensaje, cosa que me sorprendió, la
verdad, porque suele ser muy independiente, pero ayer me escribió para decirme
qué tal le están yendo sus vacaciones. Ha sido recordar las anécdotas vividas
con él durante mi proceso, y de repente la vida hace que nos hayamos puesto en
contacto. Y mientras se producía la conversación, me envió este regalo:
Sí, la foto de un refresco sonriente. Es un guiño que nos está
haciendo la vida para decirnos que todo irá bien.