Pues no sé si evito estar solo o es que la vida no me deja estar solo. Lo
cierto es que cuando estaba durmiendo anoche abrazando la nostalgia, recibo una
llamada que hizo que saliera rápidamente de la cama. La ocasión lo merecía,
estar con mi compañera y amiga, esa que tantas veces ha estado acompañándome
cuando yo lo necesitaba. Como he comprendido durante este proceso, al final la
vida es un baile, te está bailando y tú te dejas llevar. Yo no llamé, me
llamaron y salí pitando...y lo pasamos genial, aunque fuera en un hospital.
Y no pasó nada grave, solamente un resbalón que se curará con reposo, amor y
aceptación…
He dormido cuatro horas, pero estoy cargado de suficiente energía para
disfrutar del día. Un abrazo y feliz largo fin de semana…
Un niño feliz, valiente, que le encantaban las montañas rusas y
disfrutaba con el vaivén de las subidas y bajadas. Un niño libre, sin temores,
dispuesto a comerse el mundo lleno de experiencias. Ese es el niño que fui y
siento que ahora estoy más cercano, porque tal vez he desaprendido todo lo
aprendido hasta volver a encontrarlo…
Mirando su cara risueña estoy vaciando las últimas palabras en el libro que
está por venir…
Lo mío es el estilo libre, nadar con la mirada puesta al frente, aunque
no está de más mejorar la técnica de espalda. Lo cierto es que cada vez que lo
intento el cuerpo tiende a hundirse y trago agua, y ayer me dio la risa porque
recordé mis años de niñez, cuando se hundía la chalana en la playa y cómo achicábamos
el agua con botellas de plástico cortadas por la mitad, trapos o esponjas…
Claro que sí, el barco podría estar hundiéndose, pero si empezamos a
achicar el agua conseguiremos sacarlo a flote. Sí, con voluntad siempre
saldremos a flote…
A veces pasan cosas en nuestra vida que nos hacen vivir irremediablemente
en el presente, cosas que podríamos interpretar como malas o devastadoras, pero
que gracias a ellas comenzamos a vivir en el presente…
Y ahí radica la oportunidad, la oportunidad que te está dando la vida
para estar en el presente. Gracias a lo que está sucediendo estás viviendo
en el presente. El reto de la enfermedad hizo que automáticamente viviera en el
presente, sin pensar en el pasado y sin preocuparme por el futuro. Es como si
quisiera estar anclado al presente tal vez por miedo a un futuro incierto…
Y desde el presente…decides qué futuro crear. Aunque nadie puede
volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar a partir de
ahora y hacer un nuevo final…
Sí, siempre hay tiempo para comenzar de nuevo, deshacer todo lo viejo
para que entre lo nuevo…
No es que me vaya a las Olimpiadas de Río de Janeiro ni mucho menos, sino
que mi reto sigue siendo la Travesía a Nado el Río, así que para ello
estoy dando un paso más y empezando a nadar en el mar. Toda una experiencia ver
el fondo marino mientras nadas…
Este angelote no lo vi, aunque sí uno parecido que estaba enterrado y mimetizado con el entorno. Y mientras nado me vacío…y me vuelvo a llenar de vida. Me estoy
enamorando de esta incertidumbre que me hace hacer y deshacer planes sobre la
marcha. Estoy donde tengo que estar…
Y hablando con mi angelito de la guarda le comenté la satisfacción de
vivir en la incertidumbre, porque quién dice que la incertidumbre sea mala. Tal
vez es lo mejor que nos pase para no caer en la rutina diaria. Y enseguida le
resonaron mis palabras y me dejó un libro que recién había comprado, un libro
que, nada más despedirme de ella, lo regalé por esas cosas bellas que a veces
tiene la vida y que te dejas llevar…
“La vida es inseguridad. Cada
nueva situación nos lleva a una inseguridad más profunda que la anterior. Es un
juego en el que nadie sabe cuál será el siguiente paso. ¡En esto radica la
belleza de la existencia! Si fuera predecible, no valdría la pena vivir;
si todo fuera tal y como deseáramos y no hubiese lugar para la incertidumbre,
no seríamos seres humanos sino máquinas, ya que sólo para ellas todo es seguro
y cierto. El hombre vive en libertad. La libertad necesita inseguridad e
incertidumbre”.
Sin darnos cuenta salimos de la cafetería sin pagar, aunque entre risas
hubo tiempo para volver y abonar el importe de la factura. Estábamos tan a
gusto compartiendo nuestro entusiasmo, que nos olvidamos del resto…
Y como las cosas están para compartirlas, por aquí dejo esto que me han
regalado…
“Encerrado en el espacio oscuro que es el capullo, el gusano sólo siente
muerte; sin embargo, la realidad es que saldrá de esa oscuridad transformado en
mariposa. Justo cuando el gusano creía que se acababa el mundo, fue cuando
comenzó su transformación más importante. Y el motor de este proceso habrá
sido, no la inteligencia ni el esfuerzo del propio gusano, sino la Sabiduría
mayor de la Vida. El gusano únicamente tiene que aguardar pacientemente, sin
huir y sin querer entender…, permaneciendo y confiando en una sabiduría que lo
trasciende...
El yo sufrirá la experiencia de una “muerte”, y lo es así para él, como
para el gusano que “desaparece” en el proceso, pero sólo gracias a ella, podrá
nacer y vivir nuestra verdadera identidad: el reconocimiento y la vivencia de
lo que realmente somos. Caer en la cuenta de ello es despertar, saliendo de la
ignorancia o del sopor en que nos encontrábamos. La crisis habrá hecho de “despertador””.
Así que las crisis tienen la función de hacernos despertar.
Guauuu, me como al gusano. Gracias Pino…
El domingo pasado disfruté con mi sobrino de su regalo de cumpleaños: ver
un partido de fútbol en el Camp Nou. Hace años que no soy futbolero, pero la energía
del estadio te arrastra de tal manera que acabas aplaudiendo o gritando. Casi
89.000 personas con la misma intención, que su equipo ganara, apoyándolo hasta
el último minuto aunque al final perdiera. La suma de todos hace más que cada
individuo por separado. Fue más que un partido, un espectáculo, una
experiencia brutal. Si los humanos pusiéramos la misma intención en otro tipo
de objetivos, si concentráramos esa fuerza en otro tipo de metas, todos en la
misma dirección, qué podríamos alcanzar…
Si algo agradecí durante el partido fue…no ser el árbitro del encuentro.
De la que me libré…
En este regalo hay mucho entusiasmo y palpito de emoción con sólo
mirarlo. Hay una motivación que me hace ser y estar apasionado, por la vida y
por lo que estoy elaborando. La clave está en abrir el regalo…
Soy un ignorante y disfruto de la experiencia de no saber. Me revuelco
con mi ignorancia y descanso del esfuerzo de intentar saberlo todo. ¡Qué
bien se vive en la ignorancia!
Y por aquí comparto algo sobre la vida de Sócrates…
“Su inconformismo lo impulsó a
oponerse a la ignorancia popular y al conocimiento de los que se decían sabios,
aunque él mismo no se consideraba un sabio, aún cuando uno de sus mejores
amigos, Querefonte, le preguntó al oráculo de Delfos si había alguien más sabio
que Sócrates y la Pitonisa le contestó que no había ningún griego más sabio que
él. Al escuchar lo sucedido, Sócrates dudó del oráculo y comenzó a buscar alguien
más sabio que él entre los personajes más renombrados de su época, pero se dio
cuenta de que en realidad creían saber más de lo que realmente sabían.
Filósofos, poetas y artistas, todos creían tener una gran sabiduría, en cambio,
Sócrates era consciente tanto de la ignorancia que le rodeaba como de la propia
suya. Eso lo llevó a tratar de hacer pensar a la gente y hacerles ver el
conocimiento real que tenían sobre las cosas. Asumiendo una postura de
ignorancia, interrogaba a la gente para luego poner en evidencia la
incongruencia de sus afirmaciones; a esto se le denominó “ironía socrática”, la
cual queda expresada con su célebre frase “sólo sé que no sé nada””.
Pues sí que es una buena filosofía eso de vivir sin creer que sabes,
vivir sin saber absolutamente nada…
Hace unos años me dijeron que ante un reto como el mío algunas personas
seguían igual, otras miraban un poco bajo la alfombra y otras, como yo,
ventilábamos toda la casa, abriendo puertas y ventanas, sacudiendo lo viejo
para que entrara lo nuevo. Tal vez es lo que sigo haciendo, limpiando la casa…
Y el fin de semana acabó con el mejor ritmo posible. Un, dos, tres…cinco,
seis, siete…un, dos, tres...cinco, seis, siete. Giro a la derecha, giro a la
izquierda. Así fue la salsa, uniéndote con tu pareja y disfrutando en la pista
de baile. El chico domina y la chica se deja llevar, el chico representa la
vida y la chica suelta el control y decide aceptar ir por donde la vida la
quiera llevar. Así es como se consigue un baile armónico y equilibrado…
Y después apareció el número cuatro en escena, porque el ritmo de la
bachata era un tanto diferente. Un, dos, tres, cuatro…un, dos, tres,
cuatro. Giro a la derecha, giro a la izquierda, pasos adelante, pasos
atrás. En mi cabeza no había pensamientos, sólo números siguiendo la cuenta :-)
¡Quién me manda apuntarme al curso! Eso es lo que me dije horas antes de
entrar, pero esas tres horas que a priori parecían interminables se me fueron
en un abrir y cerrar de ojos. Solté la vergüenza y empecé a mover las caderas.
Mucha empatía y mucha confianza. Viendo a la gente bailar me dio la sensación
de que justo estaba donde tenía que estar. Gracias…
Lo titulo así porque ayer fue la despedida de Yara, la mascota de la familia.
No quise perderme estar allí con ella hasta cuando durmiera…eternamente. Toda
una experiencia. Y después, acompañado de mi sobrino, le hicimos una bonita tumba donde descansan sus restos. ¡Cómo he cambiado! Antes hubiera sido muy
difícil hacerlo y hoy tengo la valentía y el gusto de hacerlo. Hoy, más que la
muerte, celebro su vida, esos casi catorce años que nos ha regalado
compartiendo a nuestro lado. Sonrío al escribirlo. También le dije a mi sobrino
que expresara todo lo que sentía y parece que va por buen camino regalándome
toda una poesía…
Y ayer también pasó por mi mente los recuerdos del perro que fui, un perro generoso pero que se estaba olvidando de sí mismo. Afortunadamente el perro se ha soltado, la correa en el suelo la ha dejado. Gracias,
gracias, gracias por este nuevo descubrimiento…
Y como antes del retiro a mi compañero y amigo le dio por la palabra
euforia, buscándola incluso en el diccionario pero sin dar con la definición
que a él le resonaba, eso me hizo recordar la canción y el vídeo que hace unos
años compartí por el blog, justo después de la carta de despedida a la
enfermedad…
En su momento me llamó la atención, sobre todo por los símbolos que
dibujaban los niños. Esas voces, junto con los símbolos, me resonaban. Cuando
la descubrí por primera vez no lo hice, pero hace unos días busqué la
traducción de la letra y ahora comprendo por qué me fascinó…
Euphoria (versión inglés)
Why?
Why can't this moment last forevermore?
Tonight, tonight eternity's an open door…
No, don't ever stop doing the things you do
Don't go, in every breath I take I'm breathing you…
Euphoria, forever, till the end of time
From now on, only you and I
We're going up
Euphoria, an everlasting piece of art
A beating love within my heart
We're going up
We are here, we're all alone in our universe
We are free, where everything's allowed
And love comes first
Forever and ever together, we sail into infinity
We're higher and higher and higher
We're reaching for divinity
Euphoria, forever, till the end of time
From now on, only you and I
We're going up
Euphoria, an everlasting piece of art
A beating love within my heart
We're going up
Forever we sail into infinity
We're higher, we're reaching for divinity…
Euphoria, euphoria
We're going up
Euphoria…, an everlasting piece of art
A beating love within my heart
We're going up
Euphoria, euphoria
We're going up
Euphoria (versión español)
¿Por qué?
¿Por qué este momento no puede durar para siempre?.
Esta noche, esta noche la eternidad es una puerta abierta,
no, ni siquiera pares de hacer las cosas que haces,
no te vayas, en cada aliento que tomo te respiro.
Euforia, para siempre, hasta el fin de los tiempos,
de ahora en adelante, solamente tú y yo,
estamos subiendo (to go up=acercarse, subir, construir)
Euforia, una eterna obra de arte (everlasting)
un amor latiendo dentro de mi corazón,
estamos subiendo.
Estamos aquí, estamos solos en nuestro universo,
somos libres, donde todo está permitido,
y el amor llega primero.
Juntos por siempre jamás, navegamos hacia el infinito,
estamos más altos, y más altos y más altos,
estamos alcanzando la divinidad.
Euforia, para siempre, hasta el fin de los tiempos,
de ahora en adelante, solamente tú y yo,
estamos subiendo.
Euforia, una eterna obra de arte
un amor latiendo dentro de mi corazón,
estamos subiendo.
Por siempre, navegamos hacia el infinito,
estamos más altos, y más altos y más altos,
Euforia, euforia,
estamos subiendo.
Euforia, una eterna obra de arte
un amor latiendo dentro de mi corazón,
estamos subiendo. Euforia, euforia,
estamos subiendo.
Espero que la disfruten como lo hicimos nosotros. Hoy un nuevo día y dispuesto
a abrir los regalos…
Estaba tiritando, le costaba respirar y apenas escuchaba ni veía. Ayer
llevé a la perrita al veterinario porque últimamente no mostraba entusiasmo y se encontraba débil, sin apenas comer, sin apenas caminar. Eso me hizo ver la fragilidad
del cuerpo, que tarde o temprano se desvanecerá. Eso me hizo sentir la
pérdida, que tarde o temprano pasará, a menos que sea yo el que deje este mundo
primero. Otra pérdida más, otro cambio más, y eso que tampoco estaba apegado a
la mascota que durante casi catorce años nos ha acompañado. Sentí tristeza y me
envolví con ella como si de una manta se tratara. La vida me está dando muchas
experiencias de cambio y las estoy viviendo de primera mano, siendo consciente
de que las cosas no son eternas. Esto también pasará, me dije…
Pero detrás de mi aparente fragilidad hay un gran entusiasmo por la
vida, una fuerza extraordinaria que me hará resurgir de las cenizas.
Momentos de cambio, pero también llenos de regalos, como el que hace unos pocos
minutos acabo de tener. Gracias Miriam…
Si algo estoy
recibiendo es cariño desde muchos rincones del planeta y, si estoy recibiendo
cariño, es porque yo llevo dentro de mí mucho cariño y mis espejos me lo
recuerdan. Estas fotos me hacen recordar todas las emociones que pueden estar
dentro de mí y que me apetece sacar. Les doy vía libre para que se expresen y
no se repriman…
La tristeza,
furia y alegría hacen de las suyas, pero también están la nostalgia, pena,
rabia o bondad, aunque algunas más que otras, eso sí, pero debajo de todas
ellas está el amor incondicional, eso amor que no me puedo negar. Gracias…
Es curioso como empecé a unir palabras sueltas en el orden marcado en un
ejercicio del taller de escritura emocional del pasado sábado. En unos pocos
minutos salió este resultado…
“Perdido, estaba perdido en
medio de la confusión, pero eso fue ayer porque hoy me he encontrado a
mí mismo, hoy siento que soy coherente. ¿Quién me ha ayudado? Yo mismo,
me lo debo a mí mismo, por tomar la decisión en el momento preciso porque la balanza
estaba desequilibrada, así que pongo rumbo a lo desconocido sin
miedos, disfrutando del momento presente, disfrutando de esta primavera
que se abre ante mí. Caminaba y se alejaba. Cuando preguntaba, no
me contestaba. Miraba y no veía su mirada. Ya no éramos dos, era
sólo yo dispuesto a avanzar para seguir aprendiendo y descubriendo. Contigo
o sin ti, pero nunca sin mí, así que vuelo y arriba te espero.”
Y Pepa González dijo a viva voz lo que ya era un secreto a voces, que
estoy escribiendo un libro, y otra cosa que aprendí en el taller es que aquello
que quieres hacer debes escribirlo en letras bien grandes para que se haga
realidad, así que por aquí declaro que QUIERO ESCRIBIR UN LIBRO, estoy
escribiendo un libro que se está gestando poco a poco y del que ya les iré
contando…
No hubo rencor, rabia ni resentimiento. Tampoco se coló la resistencia ni
la frustración por el fin de la relación. En cambio sí hubo mucha emoción,
mucho amor que va más allá del amor apegado y romántico que nos venden en las
películas. Un amor de verdad, que sabe soltar y agradecer por todo lo vivido…
Soy luz, amor y vida y eso es lo que quiero seguir siendo. Soy lo que soy
gracias a todo lo vivido. Ayer recibí el mejor de los regalos sin esperarlo:
que alguien te diga que los momentos más felices de su vida los ha pasado a mi
lado. El objetivo de la relación está cumplido y eso es lo que me gustaría
seguir haciendo, dejar huella en la gente por el amor que desprendo, que te
recuerden por la luz que enciendo…
Ayer tuvo lugar la mejor de las despedidas, aunque más que una
despedida siento que es un hasta luego, pues intuyo que seguiré compartiendo,
desde otro espacio, con la persona en la que me reflejo. Tiempo al tiempo.
Eternamente agradecido…